Leptospirosis: Una enfermedad que tiene poca atención en el territorio peruano

La enfermedad zoonótica ha presentado un crecimiento significativo en comparación con los años anteriores. En lo que va de este año, hay 4056 casos; y se espera que siga en alza.

El Perú padece de un ineficiente sistema de salud en todo su territorio. Fuente: Andina.

La situación actual en el sector salud en el Perú cada vez ha ido agravándose ante las imposibilidades de asegurar una cobertura adecuada para su población, y ha sido duramente golpeada por no conseguir una atención eficiente, llegando a su punto crítico en la etapa de pandemia generada por el Covid-19.

El territorio peruano no está exento de otras enfermedades que también acechan, brotes como el dengue, o la expansión del reciente virus de la viruela del mono, han puesto en evidencia que todavía existen falencias, no solo en la atención del ciudadano peruano, sino en la prevención, detección y el tratamiento adecuado de las diversas enfermedades que se presentan día a día.

Si bien, existen otras enfermedades que diariamente provocan decesos como el virus del VIH o el cáncer, también existen otras enfermedades relegadas que no cobran mucha atención debido a su tasa de infección o de muertes, ya sea porque es corta o lenta. Asimismo, generalmente suelen ser enfermedades que se dan en zonas alejadas de la urbe, como en la Amazonía peruana, la cual presenta diversas enfermedades, en su mayoría transmitidas por animales, debido al ambiente, flora y fauna que se sostiene.

Leptospirosis en el Perú: Situación actual

En el 2022, el Perú ha presentado un incremento significativo de casos de leptospirosis con respecto al año anterior, presentando la tercera cifra más alta de los últimos seis años, con 4056 casos hasta la primera semana del mes de octubre; y posiblemente, tras la culminación del presente año, pueda ser la primera o segunda más alta. 

Las enfermedades zoonóticas como la leptospirosis generalmente se dan en poblaciones vulnerables
sin acceso al agua potable de fácil acceso. Fuente: Zerca y Lejos.

Según estimaciones, tras acabar el mes de diciembre, se podrían presentar un mínimo de 5191 casos y un máximo de 8030 casos de leptospirosis durante todo el 2022. Esto alarmaría, porque si se llegase a tales cifras, podría duplicar la cifra registrada del año pasado con 3026 casos; e incluso también a la cifra del 2020, con 4176, logrando superar los 6724 casos registrados en el 2019. Tomando en cuenta que tras tres años de forma consecutiva hubo una disminución significativa de la enfermedad, probablemente exista un alza que pueda detener un avance favorable. El control de la enfermedad se pone cuesta arriba nuevamente para el Estado peruano.

Otra situación que alarma, es la presencia fuerte de la enfermedad en la región de Loreto, la cual presenta 1993 casos en lo que va del año, representando el 49% del total de los casos del territorio peruano. Seguido de Madre de Dios con 405 casos (9,99% del total); Ayacucho con 276 casos (6.80%); Lambayeque 242 casos (5,97%); y Tumbes, con 224 casos (5,52%). La situación se agrava más cuando el total de las cinco primeras regiones más afectadas por la enfermedad representan el 77,42% del total de casos en el Perú. 

Por otro lado, las mujeres son las más afectadas, presentando 2493 casos; en contraste con la situación actual de los hombres, presentando casi la mitad, con 1562 casos. Asimismo la situación se repite con los adultos, en donde son los más perjudicados las personas entre los 30 a 59 años, ya que tuvieron mayor índice de infección de la enfermedad, 1547 casos en tan solo 38 semanas del presente año, representando el 38% de los casos del total del grupo etario. Otro grupo que también está siendo afectado son los jóvenes, representando el 25% del total con 1047 casos. Si juntamos estos dos grupos, suman más del 50% de la población. También en la lista están los niños y adolescentes, con un 13% cada uno; y finalmente, los menos afectados son los adultos mayores, con un 9% del total.

Loreto, sede principal de la leptospirosis

Loreto, una de las ciudades principales del Perú, de exclusiva comunicación aérea, siempre está a la deriva de la presencia del gobierno, sobre todo en el sector salud. Fue una de las ciudades más golpeadas por la pandemia, y constantemente está siendo afectada por brotes, como la fiebre amarilla, el dengue o la chikungunya.

Además, la región amazónica cuenta con dificultad de comunicación y de transporte, diversas comunidades amazónicas quedan alejadas de la ciudad, y la capacidad sanitaria es escaza para abastecer con eficacia los problemas de salud de su población. Con poco más de cinco hospitales, y aproximadamente diez clínicas en los puntos principales de la ciudad, se evidencia una pobre movilización; estos factores en conjunto promueven que resulte imposible el abastecimiento de los problemas de salud de la población, aún más en un territorio agreste, que presenta dificultades por su relieve. Así es como bajo su contexto, Loreto actualmente presenta altas tasas de casos de leptospirosis.

Por otro lado, en relación con la infección, la leptospirosis se da por medio de la vía acuática; mediante lagos, lagunas o depósitos de agua contaminados por residuos fecales de animales, generalmente por roedores. Esto se relaciona con la alta tasa de casos en Loreto, por la constante interacción con el ambiente; sobre todo con el agua, ya que provee de aseo, limpieza o satisfacción de la sed, actividades cotidianas que deberían estar al alcance, pero que no se presentan en su totalidad. Actualmente aún no hay un tratamiento adecuado para abastecer estas necesidades básicas, como la garantía de agua potable bebible; asimismo, existe un atraso en la adquisición de tecnología que limita el aseo o la refrigeración de alimentos.

El inexistente servicio de alcantarillado, el poco tratamiento del agua y el déficit de sistemas de excreción de residuos sólidos orgánicos son factores clave para su transmisión. Fuente: Convoca.

Estos límites definen la continuidad de la enfermedad, que va más allá de las medidas de prevención que se proponen. El límite forma parte de la consecuencia en la poca involucración del gobierno al no poder brindar una mejora en la calidad de vida al pueblo loretano.

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